NUESTRA HISTORIA
Cuando en 1999 abrimos Zócalo, queríamos ayudar a nuestros pacientes a perder el miedo al dentista. Transformar la experiencia de traumática a gratificante, o al menos más llevadera.
Por eso buscamos un enclave céntrico para hacértelo más fácil. Nuestro lema era cercanía: en el trato y en la situación.
Y a pesar de haber ido creciendo, este espíritu se mantiene intacto. Seguimos siendo una clínica pequeña, y seguimos pudiendo darte lo que más nos gusta: la atención personalizada. Sin perder, claro, las ganas de innovar, incorporando profesionales especializados y los tratamientos y equipos más avanzados.
Sabemos que hay que estar al día: en recursos humanos, en tecnología y en conocimientos. Sólo así podemos ofrecerte lo que buscas: resolver tus problemas dentales sin perder la calidez del trato humano y cercano.
Pretendemos que tu experiencia con el dentista deje de ser un martirio. Llámanos y compruébalo.